Conoce la Historia
Detrás de cada botella
En Hacienda el Divisadero, cada gota de nuestra Raicilla cuenta una historia de tradición y autenticidad. Desde los campos de agave hasta el destilado final, nuestro proceso artesanal captura el alma de Jalisco en cada paso.
Conoce como nuestra pasión y cuidado se entrelazan en cada botella, para crear una experiencia que trasciende el tiempo y el paladar.
LOTES DE CÁLIDAD
Nuestra travesía de sabor comienza en Hacienda el Divisadero, donde se produce raicilla en pequeños lotes con la tradición y los procesos únicos de nuestra hacienda.
Cada botella se elabora con meticulosa atención al detalle para garantizar una experiencia excepcional.
Este proceso nos permite mantener un riguroso control de calidad, asegurando así un sabor excepcional y la más alta calidad en cada gota.
LA TIERRA DEL RAICILLA
Los agaves de Hacienda el Divisadero se cultivan entre los paisajes más emblemáticos de Jalisco, en las colinas que preservan la esencia de la tradición y la autenticidad.
A una altitud privilegiada de 1000 metros sobre el nivel del mar, en el corazón del Tuito, Jalisco, nuestras piñas de agave se nutren de un suelo rico en minerales y un clima idóneo para su maduración.
UN SUELO ÚNICO
Nuestro suelo se distingue por su composición única, enriquecida con minerales y nutrientes que son esenciales para el cultivo de agave. Algunos de los minerales clave presentes en este suelo son el hierro, el calcio, el magnesio y el potasio.
Estos minerales juegan un papel fundamental en el desarrollo y la maduración óptima de las piñas de agave, contribuyendo así a la calidad y el sabor distintivo de la raicilla producida en Hacienda el Divisadero.
JIMADO A MANO
Los agaves utilizados para la producción de la raicilla en Hacienda el Divisadero son cultivados durante un ciclo de crecimiento que puede extenderse de 9 años a 16 años, permitiendo que alcancen su máxima madurez y calidad.
Durante este período, se les brinda cuidados especiales para garantizar un desarrollo óptimo. Cuando llega el momento de la jima, se realiza una meticulosa selección manual de los agaves, evaluando su madurez y dulzura.
Este proceso se lleva a cabo agave por agave, asegurando que solo se utilicen las piñas de agave en su punto óptimo de maduración.
Esta atención al detalle desde el cultivo hasta la recolección garantiza la calidad y excelencia de la raicilla producida en Hacienda el Divisadero.
PRODUCCIÓN
SUSTENTABLE
Nos comprometemos a liderar el camino hacia una producción sustentable. Nuestro proceso ha sido reconocido por su carácter autentico y respetuoso con el medio ambiente por el Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla.
Nos enorgullece utilizar menos recursos hídricos y energéticos, generando menos residuos en comparación con otros métodos de producción.
Además, aprovechamos al máximo los agaves, respetando así nuestra tradición y cuidando nuestro entorno.
Cada botella de Raicilla Hacienda el Divisadero es etiquetada, firmada y numerada a mano, con información detallada sobre las características de ese lote en particular, demostrando nuestro compromiso con la calidad.
La dedicación y el cuidado que se requieren para crear cada botella de Raicilla Hacienda el Divisadero solo se pueden lograr a mano.