Una Cena con Causa, un Maridaje con Propósito
- Hacienda El Divisadero
- 6 may
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Anoche, en Mariscos Tinos La Laguna, se vivió una velada muy especial: una cena maridaje con causa, donde cada platillo, cada brindis y cada conversación estuvo guiada por un mismo propósito: honrar el océano y celebrar a quienes lo defienden con el cuerpo y el alma.
La cena fue parte de las actividades del Tercer Nado por las Ballenas, una iniciativa que busca recaudar fondos para proteger la vida marina en el Pacífico mexicano. Pero también fue una noche para rendir homenaje a la nadadora mexicana Stephanie Montero Bending, quien días antes logró una hazaña conmovedora: nadar 43 kilómetros en mar abierto, desde Isla Isabel hasta la playa Sesteo, en la Reserva de la Biosfera Marismas Nacionales de Nayarit.
Acompañada por guardavidas, paramédicos, Cruz Roja y elementos de la Marina, y sostenida por un equipo comprometido, Stephanie completó este reto en 15 horas ininterrumpidas de nado, con el único objetivo de impulsar la conservación marina.
El proyecto busca reunir 1.5 millones de pesos que serán destinados a acciones urgentes como:
Rescate de ballenas enmalladas
Retiro de redes fantasma
Monitoreo de corales en Islas Marietas e Isla Isabel
Prevención de colisiones entre ballenas y embarcaciones
Educación ambiental en comunidades costeras
“Aguas abiertas es un deporte en equipo”, dijo Stephanie antes de lanzarse al mar. “Y esto se ha logrado gracias a una comunidad que ha crecido, que comparte, que difunde. Estaré pensando en ustedes durante el nado”.

Raicilla de la costa: maridaje con sentido

En Raicilla Hacienda El Divisadero, nos sentimos profundamente conectados con esta causa. Somos productores de raicilla de la costa, y sabemos que nuestra bebida no solo nace del agave, sino también de la cercanía con el mar, de su clima, su historia y su gente.
Por eso, ser parte del maridaje en esta cena nos llenó de orgullo. Diseñamos tres cocteles que hablaran desde la raíz:
Bienvenida fresca: raicilla, agua mineral y arrayán, una fruta silvestre de la región costera. Ligeramente burbujeante, como una brisa que despierta.
Sorpresa marina: maridando una empanadita de marlín, sirvimos un coctel cítrico y tropical, con un giro inesperado: un toque de cerveza pale ale que armonizó con la raicilla y realzó los sabores del mar.
Cierre dulce y profundo: junto al brownie, un coctel dulce y redondo, pensado para dejar en el paladar una nota suave, como la calma que queda después de la marea alta.
Brindamos por el mar, desde nuestras raíces
Esa noche brindamos, sí. Pero cada copa sirvió para algo más: recordar que lo que nace de la tierra también puede proteger al mar.
Gracias a Stephanie por nadar con el corazón.Gracias a quienes creen que desde la gastronomía, la tradición y la comunidad también se puede conservar lo más sagrado: la vida que habita en el océano.
Desde la costa, con raicilla, seguimos apoyando lo que importa.
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