La raicilla de Hacienda El Divisadero no es solo un destilado; es la expresión de una tradición ancestral que conecta la tierra, el clima y la dedicación de los raicilleros de Cabo Corrientes. A diferencia de otros destilados, la raicilla de la costa tiene un proceso de elaboración que conserva métodos tradicionales, llevándonos a una bebida con personalidad propia.
El proceso artesanal La elaboración de esta raicilla comienza con la selección cuidadosa de agaves de la costa, principalmente agave amarillo y agave verde, que crecen en suelos volcánicos de la región, aportando una mineralidad especial. Estos agaves alcanzan su madurez después de 10 a 12 años en condiciones desafiantes, bajo el sol intenso de Jalisco.
Luego, se cocinan en hornos cónicos subterráneos revestidos de ladrillo y piedra volcánica. Este cocimiento lento, a fuego de leña durante 72 horas, realza las notas ahumadas y terrosas que hacen única a la raicilla de la costa. La molienda se realiza tanto de forma manual como mecánica, para mantener el equilibrio entre tradición y eficacia.
La fermentación ocurre de manera natural en pilas de mampostería, donde las levaduras silvestres de la región actúan sobre el mosto, añadiendo complejidad al perfil de sabor.
Finalmente, el destilado se realiza en dos fases: la primera en un alambique tipo árabe y la segunda en un alambique tipo filipino, donde se utiliza un cazo de cobre y una montura de madera.
Este proceso de doble destilación logra suavizar el perfil de la raicilla sin perder la potencia de sus notas, permitiendo que el destilado obtenga su pureza y carácter.
Disfrutar de una copa de raicilla de Hacienda El Divisadero es viajar a través de los sabores de la costa, con un destilado que honra siglos de tradición y representa la identidad única de Jalisco.
Comments